Nuestros ojos trabajan mas ahora que antes debido a la intensa vida que llevamos, especialmente los que vivimos en las ciudades, y hacen que nuestros ojos trabajen a un ritmo extremo (delante de un ordenador, con luz artificial, etc.) pero a distancias cortas sin tener la posibilidad de entrenarse mirando a lo lejos.
Esto provoca que nuestros ojos sean mas vagos y perezosos y lo que demuestra las estadísticas es que la presbicia o vista cansada aparezca cada vez en edades mas tempranas.
Es por ello, que para prevenir enfermedades degenerativas de la vista es conveniente seguir un plan de entrenamiento visual que mantenga en forma la musculatura externa de los ojos, reduzca la tensión ocular u estimule la circulación de la zona.
En el trabajo:
Ejercicio ocular. Imagen: cuidatuvista.com |
* Cada media hora se debe levantar la vista de lo que se esta haciendo y mirar a un punto lejano y en todas direcciones: hacia el techo, hacia el cielo, por la ventana, hacia el suelo, etc. Es mas, si tiene la posibilidad de perder la mirada entre las hojas de un árbol o en un jardín, mucho mejor ya que el color verde es una verdadera medicina para los ojos.
* Tomar algunos segundos para hacer gimnasia ocular: parpadea rápidamente y haz girar los globos oculares en todas las direcciones.
Entrenamiento muscular
* Con la cabeza quieta y relajada, se mueven los ojos hacia arriba y hacia abajo, seis veces, de una forma lenta y regular.
* Con el menor esfuerzo posible, hay que mover los ojos hacia el lado derecho luego hacia el izquierdo. Repetir tres veces para cada lado.
* Poner el dedo índice de la mano derecha a 20 centímetros de los ojos llevar la mirada desde el dedo a cualquier objeto grande que se encuentre a unos 3 metros. Pasear la mirada de un punto a otro diez veces.
* Mover los ojos haciendo círculos completos suaves y lentos, primero en un sentido y luego en otro.
Automasaje
Automasaje ocular |
1. Colocar las palmas en las sienes y presionar unos segundos.
2. Con los dedos índices, presionar en el punto que está situado a 1 centímetro de distancia del ángulo externo de cada ojo.
3. Apoyar las yemas de los cuatro dedos sobre el hueso orbital (justo debajo de las cejas) y efectuar una ligera presión hacia arriba. Apoyarlos luego suavemente sobre los párpados haciendo una ligerísima presión intermitente.
4. Con los dedos índices presionar los puntos situados en el centro del hueso inferior que circunda los globos oculares (justo en el centro de la ojera) y mantener la presión unos segundos.